Facilismos en el uso de los modelos instrumentales de tendencias.

Hace unos días, estábamos elaborando un curioso paper con un colega del estudio, para lo cual se había fijado un objetivo impreciso pero simple: mostrar la correlación entre X e Y. 

En econometría sabemos que la causalidad va más allá que la simple correlación, no obstante, la correlación no sólo es un dato estático, sino que puede expresarse en la forma de correlograma, por lo cual, se puede entender lo genérico de este objetivo. 

Ahora bien, como el objetivo implícito era que ese joven colega desarrollara su habilidad análitica econométrica, la cual no es la simple lectura de los números y darles una solución estadística, es que prefería estar en una situación pasiva. 

Entre las diversas ecuaciones que salieron, estaba una de carácter instrumental, pero que según nuestro impetuoso amigo, parecía haber dado solución a los problemas estadísticos aparentes.

Los modelos instrumentales abundan en econometría, se trata de ecuaciones contables o de comportamiento que se utilizan dentro del análisis previo de las variables o del análisis previo de la ecuación, con la finalidad de identificar las tendencias inherentes en las variables y así poder comprender qué las explica y viceversa, de manera preliminar y meramente referencial.

No obstante, los modelos instrumentales no son modelos econométricos propiamente dichos, vale decir que no buscan representar una realidad sujeta a un análisis, obtención de resultados, formulación de conclusiones y elaboración de proyecciones bivariables. 

Así como los modelos de tendencia, existen otros modelos instrumentales que no deben utilizarse para el análisis econométricos de fondo, pues su contenido es más estadístico que económico, y como todos sabemos, econometría no es estadística. 

Pero claro, en los últimos avances técnicos en la materia provienen de la estadística, y es que la econometría no es más o menos que la estadística dentro de este enfoque, sino que es la estadística más el contenido económico. 

Empero, los facilismos en econometría persisten, algunos con clara intención de defraudación, otros por necesidad de obtener un resultado y otros por ignorancia. Si bien las dos primeras son conductas ya torcidas, la última aun puede ser subsanable, y es rol de los econometristas (no estadísticos) teoricos dar a entender la lógica y el razonamiento económico detrás de tanto número, para evitar los facilismos por ignorancia.